Viaje a Toronto-Boston y NY

Toronto-Lago Ontario-Cataratas Niagara


Toronto viaje en barco por el Ontario






State Ilan-Brooklyn-Puerto distrito financiero
Bogavante en "Francisco"

Fue un viaje increíble. Todo lo que había imaginado y más, se vio superado con creces.
Toronto mi primer contacto con rascacielos, Boston ciudad encantadora y la magnífica Nueva York. Rascacielos que tocan el cielo, ruido trepidante, gente amable y espontánea, comida deliciosa. Todo éso fue Manhattan, porque realmente casi no nos movimos de sus calles, de norte a sur y de este a oeste.
Ganas de volver

Penalizada

En la redecoración de mi salón comedor, contemplé la sustitución de las seis bombillas de una barra de iluminación en el techo por sus similares de bajo consumo. Y cuando fui a pagar, en la factura había un cargo de aproximadamente un 1% por cánon de penalización por aprovecharme de un consumo menor de kilovatios. Bueno, no lo decía exactamente así, pero era fácil interpretarlo de esta manera. La cantidad era irrisoria, pero me sentí indignada, porque lo que en realidad no me hubiera sorprendido, es que me pemiaran de algún modo por mostrarme sensible al ahorro energético. Las campañas son múltiples y en numerosos medios, para concienciar a la gente en esta vertiente ahorrativa, pero deberían informarnos de que seremos penalizados por nuestra "mala conciencia", al querer "aprovecharnos" y engrosar un poco menos las arcas de nuestra querida compañía eléctrica.

Bebés "amorosos"

Bebés "NO tan amorosos" (antes y después)

EL PAN SOÑADO

BARCELONAREIYKJAVIC, un nombre que a primer golpe de vista sugeriría un error ortográfico, parece... i digo parece porque todavía no lo he comprobado "in situ", parece, repito, ser la panacea en panes artesanos.
La noticia me llegó a través del "Quèfem" de La Vanguardia. El negocio es el resultado de la complicidad entre una islandesa y un catalán, que sin tener ninguna experiencia en el campo de la gastronomía, aceptaron el desafío de poner al alcance del público un producto que ya es prácticamente imposible de encontrar. UN PAN ARTESANO, NATURAL Y BUENO. La producción de pan, todos nos hemos percatado, de que no tiene nada que ver con lo que se elaboraba hace 20 ó 30 años. Estamos en la era del pan precocinado y donde da igual comprarlo en una panadería convencional o en una gasolinera. Siempre tendrá más o menos la misma calidad. Pues bién, Gudrún Margrét y David Nelson, han resucitado algo de aquellos deliciosos panes de nuestra infancia (para los que tenemos más de 50 años)
Elaborados con productos naturales, provenientes de cultivos ecológicos y biodinámicos (aunque a mi éso no me importa demasiado si el pan es bueno). Por lo tanto no encontraremos en éllos (los panes) nada que tenga que ver con la levadura industrial, el azúcar blanco o la harina refinada en uso. La base de todo es la espelta. Podéis saciar, ya que de panes hablamos, vuestra curiosidad al respecto visitando esta web
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1064
Utilizan también la panela (el azúcar de caña más puro), El proceso de elaboración es mucho más largo porque al utilizar poca levadura y mucha agua, la fermentación se prolonga durante más de 8 horas, pero da como resultado un pan que podremos comer tierno durante al menos cuatro días.
Tendremos la posibilidad de escoger diferentes clases de pan, bollos dulces y salados, cocas, pizzas, empanadas, aderezados con verduras, frutos secos o frutas según la especialidad.
Una panadería donde el horno está a la vista y donde los que atienden al público, pueden en otro momento estar haciendo la masa o cociendo el pan. Un buen equipo que encontraréis en:
C/ Doctor Dou, 12, Barcelona (Raval)
El horario es de Lunes a Viernes de 10 a 21 h. y los Sábados de 10 a 18 h.

COMPROBÉ LA VERACIDAD DE LA NOTICIA. Tuve que controlar mis impulsos para no comprar pan de cada variedad. Hay una especialidad con jengibre, deliciosa para comer con mantequilla y una especie de ensaimadas pequeñas con espelta y canela, que recuerdan una reposterìa muy comùn en Estocolmo y muchas más "creaciones" que uno debe ir racionándose de poco en poco.

DE RONDAS POR BILBAO
(Texto escrito por un catalán y avalado por un vasco de Durango)
Una de las mejores actividades en The Basque Country son las rondas mañaneras de antes de comer. Nada de sentarse en una terraza a tomarse una mediana durante una hora, sino que se trata de visitar uno detrás de otro, pues allí tienen un gran surtido de pequeñas dosis para poder entrar en al menos 4 ó 5 bares, como está mandado. Los lugareños también suelen comer unos pinchos antes de comer, pero en vista del atracón que nos daremos en la comida, no lo recomiendo.
MUY IMPORTATE: Allí se paga a rondas, pagarse lo suyo queda muy.... muy... ¿cómo lo diría?, muy catalán. Aquí os detallo las opciones, según me he documentado rigurosamente.

BEBERCIO MAÑANERO:
ZURITO: la estrella de las rondas mañaneras, equivale aprox. a media caña.
TXACOLI: (vino blanco de allí, pronúnciase “chacolí”)
RIOJA: vino tinto (si pedís “tinto” a secas, os pondrán de tapón de plástico, lo que no es muy recomendable)
SIDRA NATURAL / DULCE: natural = la buena, dulce = El Gaitero o Jai Alai (puaj).
MARIANITO: Martini pequeñito (pedirlo “blanco” o “rojo”, ¡no “bianco” ni “roso”, que se reirán de vosotros!).
MOSTO: Esto no sé qué es, pero me han dicho que también ponen.

OTROS BEBERCIOS:
TERCIO: Una mediana (allí no saben lo que es una mediana)
CAÑA: lo mismo que en Catalunya
BOTELLLÍN: un quinto de cerveza (una vez pedí un quinto y me pusieron vino).
KALIMOTXO: ¡preparad los Almax!
BOTELLA DE SIDRA: escancíesela usted mismo, ¡verá qué risas!
CUBATAS VARIOS: ¡servidos en grandes vasos!

MANDUCA: PINCHO DE TORTILLA: por defecto, de patatas.
SANDWICH DE CHACA: una mezcla de atún, huevo y mahonesa, creo.
UNA DE RABAS: parecido a los calamares a la romana.
UN CALDO: algunos bares tienen tazas de caldo, que con el txirimiri apetece un montón. Y más cosas, pero ya lo iréis descubriendo.
Fdo. Max Oriola

POSESIA - OIDA POR CASUALIDAD
CONCURSANTE JAPONESA-BIENAL EN CASA BATLLO-BARCELONA
AÑO 2004

Decidí viajer por una broma del médico: «Es una buena oportunidad, ves,
aunque quizás mueras en el camino».
Pasaporte, foto de mi marido muerto, almohada de aire...
mi equipo de viaje es pequeño y ligero.
Observo el misterio del sol poniente, que nunca se pone
a través de la ventana de mi avión que persigue al sol.
Brotan las lágrimas al ver mi poesía en la Bienal,
«Mis 80 años alegres» y recorriendo la azotea de la casa Batlló
acaricio los azulejos de Gaudí, ésos que llevan allí cien años.
Para saludarme a la española me besó un señor en las mejillas...
tenía la cara suave.
Viajando tan lejos, me quedo perpleja con esos euros
que nunca había esperado utilizar, yo, la vieja.
«¿Ogenki desuka?» (¡Hola! ¿Cómo está?),
me pregunta repentinamente alguien en japonés.
Miro hacia lo alto y encuentro la cara sonriente del inspector de pasaportes.
Me siento feliz de moverme en libertad y voy al trote por el ancho aeropuerto,
a transbordar, saboreando el gustillo del viaje,
rodeada de la cálida acogida de la gente.